Aldeas circundantes
Chiusi no podría existir sin sus aldeas, que en la antigüedad eran llenos de habitantes, acunados y protegidos por el bosque. Son las que dieron origen a este municipio.
LA ROCCA
El primer asentamiento en estos lugares pertenece a los Godos y está ubicado alrededor de la era bárbara. Se sabe que los Godos, en 553, vencidos por Bizancio, permanecieron como mercenarios.
La Fortaleza se convirtió, como escribe Fatucchi (uno de los eruditos más calificados de la Edad Media) en «un asentamiento bárbaro», «un fuerte bizantino», compuesto en gran parte por elementos de Ostrogotos colocados allí por Bizancio para detener la invasión de los longobardos.
Aquí está la pequeña y muy antigua iglesia del siglo VII, dedicada a San’Agata, a la que los Godos eran muy devotos. Este lugar de culto ha sufrido varias transformaciones en el tiempo. Actualmente se encuentra en buenas condiciones y se puede admirar la antigua campana de 1240, un tabernáculo o ciborio de 1497 y un crucifijo del artista Franco Cardinali de 1969.
También es interesante la habitación construida por los Cardenales a lado de dos enormes rocas separadas por una hendidura.
Desde la carretera nacional, se llega al Paso de Spino desde donde se puede admirar un hermoso paisaje que domina los valles de Casentino y Valtiberina.
Haciendo el sendero n. 061 también se puede llegar al refugio de Melosa y luego al Santuario de La Verna.
VEZZANO
Es una aldea antigua cuyo nombre deriva de los estancamientos de agua que se llamaban «vizzai».
En el centro de esta pintoresca villa, encontramos la que podemos considerar la «iglesia madre» de Chiusi della Verna. Está dedicada a la Asunción de la Virgen en el Cielo y tiene el título de Pieve. Este nombre fue dado a las parroquias con la pila bautismal y que tenían otras iglesias filiales. Había un dicho: «Ubi pagus, Ibi plebs» (donde hay una aldea, hay gente).
En esta iglesia también se llevaron niños de las aldeas vecinas y se dice que aquí, Miguel Ángel Buonarroti fue bautizado: «Se transmite que aquí ha sido bautizado Miguel Ángel Buonarroti Simoni, un ciudadano de descendencia muy noble«.
Recientemente, se han encontrado y sacado a la luz los restos de esta ilustre iglesia: un antiguo portal de entrada, una sola ventana que destaca en la pared posterior y un baptisterio artístico y monumental.
La antigüedad de esta iglesia ha sido comprobada con el hallazgo de tres cajas de madera que contienen las reliquias de los santos colocadas, como quería el rito de la consagración del altar, en el centro del altar mismo. Las cajas contenían tres cupones de piel de oveja con el nombre de los santos y la fecha. Se habla de 1228. Estamos en la época de San Francisco.
LA BECCIA
Es una pequeña aldea al pie del acantilado de la Verna. Desde este lugar empieza la antigua pista de mulas llamada «ansilice» que conduce al santuario de la Verna. En la ruta se encuentra la Capilla de los Pájaros erigida en el sitio donde San Francisco fue saludado por estés últimos, mientras que él llegaba a esos lugares por primera vez.
DAMA
Dama en Casentino se llamaba «Ama», un topónimo de probable origen etrusco.
Desde la antigüedad, Dama era un punto de referencia fijo para todos los viajeros que iban desde Casentino hacia Romagna o al valle del Tiber.
Desde los etruscos hasta los romanos, desde la Edad Media hasta el siglo pasado hacia nuestros días, siempre ha sido necesario hacer una parada en la aldea de Dama.
Desde este sitio se pueden admirar las bellezas del Casentino: la llanura del Arno y todo el Pratomagno. En el año 1362, entre las cartas del Abad Aleotti, se encuentra relatado que la iglesia de San Lorenzo era parte de la jurisdicción de los monjes Cassino de SS.Flora y Lucilla de Arezzo, los cuales también poseían el cercano castillo de Sarna. Un camino que procede desde Chitignano, pasando por Taena, Rosina, Sarna, Dama y Biforco, se dirigía hacia el paso de Serra y cruzaba los Apeninos.
En el pueblo de Dama hay pequeños grupos de casas que tienen varios nombres: Casapino (quizás porque la primera casa fue construida por un cierto Pino); Fontanino (porque al lado de una pequeña fuente); Bozzi (de origen desconocido). Hoy en día, la aldea se extiende en dos lados por la carretera nacional 208 con casas y edificios construidos en la carretera que conduce a la Verna.
Dama merece una parada para recorrer las estrechas calles que suben por la villa. En el umbral de piedra de una puerta, tal vez usando un arquitrabe antiguo, hay tallada una cruz; detalle que se puede encontrar, también como un dintel, incluso en una casa de Sarna.
Muchas casas en el pueblo han sido renovadas, pero hay muchos elementos característicos entre las casas de piedra. Algunas casas aún conservan el típico techo de losas, una vez característica de Casentino.
Muy grande es la plaza cerca de la iglesia, llamada Plaza de la Fonte, donde todavía existe la fuente pública y el lavadero, que ahora casi nadie usa más. Los caminos que descienden de la colina son estrechos, inclinados y empinados. Se ensanchan donde se encuentran con la carretera moderna, cuyos lados hay los edificios más recientes.
Toma en cuenta la construcción de piedra de la escuela, construida en 1934 por el Instituto Nacional de Cultura contra el Analfabetismo, que ahora acoge un ejercicio público en la planta baja y la sede de la Asociación Pro Loco Dama en el piso superior. Las otras casas son edificios modernos, construidos esencialmente para las vacaciones.
COMPITO
La aldea de Compito está a unos 3,5 km de Chiusi de la Verna, en dirección a Pieve Santo Stefanto.
En este sitio se encuentra la iglesia de San Martino, un edificio sagrado de Chiusi de la Verna.
La iglesia, de estilo rural románico, conserva un retablo del cuatrocientos que representa la «Virgen con el Niño entre los santos Francisco y Martín«, de Neri di Bicci. El arcaísmo del pintor florentino es visible en la profusión de oro y frisos en los vestidos de las figuras, para cubrir una cierta pobreza de inspiración, aunque se insertan en un vasto paisaje de inspiración renacentista.
Además, a lo largo del camino, encontramos la que se llama la fuente de San Francisco donde, se dice, el fraile se paró para hacer beber su burro.
EREMO DELLA CASELLA
dal sito «Il Cammino di Assisi«
La leyenda cuenta que San Francisco, después de recibir los estigmas, dejó La Verna el 30 de septiembre de 1224. El itinerario que siguió serpenteaba hacia Monte Arcoppe (Montalcoppi), Foresto y llegaba a la localidad llamada Casella (Caprese Michelangelo), desde donde, a través de Castillo de Montauto, Sansepolcro, Ciudad de Castello, habría llegado a Asís.
En Casella quiso pararse para hacer un ritual. Desde esa altura, donde el ojo se pierde en la inmensidad de los magníficos paisajes, San Francisco, consciente de que este viaje habría sido sin vuelta (morirá en Asís el 3 de octubre de 1226), miró largamente a La Verna y le dijo con profunda emoción: «¡Adiós, monte de Dios, montaña sagrada, mons coagulatus, mons pinguis, mons in quo beneplacitum est Deo habitare! Adiós monte Alvernia; Dios Padre, Dios Hijo, Dios el Espíritu Santo te bendiga. Quédate en paz, que nunca más nos volveremos a ver.»
La primera huella histórica que tenemos del eremitorio de la Casella se encuentra en un manuscrito que lleva la fecha del 30 de septiembre de 1228, día de aniversario de la partida del Santo, de donde se ha extraído la frase anterior. Similares son las palabras encontradas en un libro impreso en Florencia en 1628 y que está en la biblioteca de Verna, que, después de describir la parada de San Francisco, dice lo siguiente: «Y dichas estas palabras con abundancia de lágrimas, por mano de sus compañeros, hizo plantar una cruz en este mismo lugar. En memoria de la cual, después que fue canonizado el año del Señor 1229, la comunidad de Caprese, Sovaggio y otras aldeas alrededor, construyeron esta capilla».
En el mismo texto leemos también: «En esta Capilla, el Señor actúa muchos milagros, gracias a los méritos de su siervo Francisco: llega gente de las villas alrededor todos los años a visitarlos en el segundo día de Pentecostés y el Reverendo Piovano de Sovaggio, bajo cuya parroquia está dicha Iglesia, dice en este día la misa y los devotos ofrezcan sus oraciones, regalos y votos en ese lugar santo. Cuando cada vez que la tierra sufre por la ausencia de la lluvia, por costumbre esos pueblos vayan en procesión para orar por esa necesitad, y en señal de su petición, sacan una losa del techo; (muy admirables), muy pocas veces, de hecho, me han dicho que no hubo una sola vez, que no ha llovido al mismo día, o al siguiente. La razón por la que se construyó dicha Capilla».
Al principio se construyó solo una pequeña capilla, que luego vio el nacimiento de un eremitorio adyacente. Ya existía en 1522, porque en ese año, como se aprende por un documento de los Archivos Municipales de Caprese, Michelangelo: “22 de enero de 1522, llegado y esperado en la Capilla, en los Alpes de dicho común, vive un ermitaño, hombre religioso y un devoto que quería… stanziorno per dicto asino fiorini quattro larghi d’oro».
Os ermitaños de Casella se sucedieron con el tiempo, no sabemos si sin interrupciones o de forma irregular, al menos en los primeros siglos. El 14 de abril de 1733, Andrea Nofrini de Francesco de la Parroquia de S. Biagio en Fragaiolo, se presenta al Obispo de Sansepolcro para obtener la licencia «para poder poner el hábito del Padre San Francisco, para convertirse en un ermitaño para servir siempre más Dios en esta vocación generosa «.
Desde el fin del siglo XVI en adelante, hay muchas noticias sobre el eremitorio, muchos nombres de los ermitaños que se quedaron allí, descripciones detalladas del interior de la iglesia y del eremitorio, inventarios de los muebles sagrados e informes muy precisos sobre las entradas, salidas y oblaciones de los benefactores.
Muy grande siempre ha sido la devoción con que los habitantes de los poblados vecinos subieron al eremitorio para celebrar ritos religiosos, de modo que el último ermitaño parece haber sido Giuseppe Veri di S. Giorgio en Salutio, quien fue un ermitaño en esa colina hasta el principio de nuestro siglo.
Desde entonces, durante muchos años tanto la iglesia como el eremitorio han permanecido abandonados y sufrieron graves daños hasta cuando, en los años 80, el deseo de reconstruir el eremitorio de los fieles de Chitignano, Caprese, Subbiano y Chiusi della Verna se juntó a la competencia de administradores y organismos públicos iluminados, y al final de unos años de arduo trabajo, en gran parte voluntario, el Eremitorio de la Casella ha regresado a su antigua gloria.
Hoy volvimos a respirar ese aire de Santidad que siempre se ha respirado desde el distante 1228, y no es difícil, mirando al Santuario de La Verna, imaginar al viejo San Francisco, llorando sobre su burro que se para, se arrodilla en el suelo y reza.
BACIANO
El nombre de esta aldea deriva, según algunos, de Baco, dios del vino, o de «bacia», el recipiente para el vino.
En este lugar, al centro de las pocas casas, hay una capilla, dependiente por la parroquia de Chiusi de la Verna. En los años 50 ya existían muy pocos habitantes. Ahora solo queda la Capilla de Baciano abandonada junta a las casas ya deshabitadas.